La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció este miércoles en un informe que el Gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está reduciendo la separación de poderes del Estado y continúa minando las libertades civiles de los ciudadanos.
En el documento, de 319 páginas publicado este miércoles en Washington, la CIDH también aplaude las medidas adoptadas por Caracas para erradicar el analfabetismo, reducir la pobreza y aumentar los servicios sanitarios para las personas de menores recursos.
Sin embargo, señala la "ausencia de una efectiva separación e independencia de los poderes del Estado en Venezuela". Además, afirma que la libertad de expresión y el derecho a manifestarse pacíficamente han sido restringidos por "la intolerancia política" que reina en el país iberoamericano, el mayor proveedor de petróleo para Estados Unidos.
Unas críticas que supondrán un importante espaldarazo para la oposición, que asegura que Chávez es un dictador cuyas acciones han socavado la independencia entre el poder político y el judicial, al tiempo que ha cerrado varios medios críticos.
"El excesivo poder del Estado esta siendo utilizado para intimidar o castigar a los ciudadanos que hacen uso de sus opiniones políticas", señala el documento de la CIDH, que además recoge la existencia de "un clima hostil para el libre ejercicio de una participación política crítica"
Además, detecta una "senda de impunidad y de casos de violencia" contra los manifestantes, mujeres, sindicalistas, indígenas, activistas de los Derechos Humanos y periodistas.
Chávez, antiguo militar que se define a sí mismo como un revolucionario socialista, obtuvo el poder en las urnas hace 11 años, y continúa teniendo una alta popularidad de las clases más pobres venezolanas, principales beneficiadas de sus políticas.
De hecho, el mismo informe alaba al Gobierno de Chávez por sus medidas para erradicar el analfabetismo, reducir la pobreza y aumentar el acceso a la sanidad a las personas de menores recursos. Sin embargo, señala que los avances en materia social y económica no justifican la actuación en materia de Derechos Humanos y libertades civiles.
La CIDH, cuyos informes se producen cuando se observa una sistemática violación de los Derechos Humanos, no ha tenido acceso a Venezuela desde 2002 por las trabas impuestas desde Caracas, indicó una portavoz del organismo en el documento, que se ha realizado en base a cientos de denuncias y entrevistas realizadas a ciudadanos venezolanos en Washington.
"La Comisión concluye que no existen las condiciones requeridas para que los defensores de los derechos humanos y los periodistas puedan desarrollar su trabajo libremente", afirma.